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El deterioro de las vías respiratorias suele ser producto de descuidos simples, por ejemplo, algo tan “insignificante” como salir de la casa con el cabello mojado afecta el sistema y lo hace propenso a contraer infecciones; de allí la importancia de ejecutar acciones y usar algunos productos para lograr el buen cuidado del sistema respiratorio.
Tratamientos para:
Vitasérum defensas forte 15 comprimidos efervescentes
Jarabe Protect con Própolis, jalea real y vitamina C. Un complemento ideal para evitar los resfriados durante el invierno.
Pranarom fragancia de difusión lima y jazmín.
Pranarôm Oleocaps 1 Nariz-Garganta 30 cápsulas contiene orégano para el mantenimiento de la salud de las vías respiratorias.
Abre las fosas nasales, alivian la congestión nasal y reducen o eliminan los ronquidos
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Gel de alto poder hidratante para el cuidado y protección de la mucosa nasal.
Neutrogena Bálsamo Reparación Intensa Nariz y Labios 15 ml
Rhinomer Baby limpieza nasal fuerza extra suave 115ml limpia y ayuda en caso de congestión nasal a la vez que hidrata de forma natural. Para bebés desde el primer día.
100% agua de mar isotónica y estéril para la limpieza nasal diaria de niños a partir de 6 años y adultos
100% agua de mar isotónica y estéril para la limpieza nasal diaria de niños a partir de 2 años y adultos Formato ahorro: 135 ml + 45 ml
Infusión a base de extractos naturales que favorecen la función respiratoria.
Probiotic Complex neo es un suplemento probiótico que ayuda a mantener y restaurar el bienestar intestinal.
Las perlas son los caramelos más pequeños y blandos de toda la variedad, pero tienen igualmente un delicioso sabor.
Para la voz y la garganta sabor limón melisa, suave y delicado.
El regaliz es uno de los sabores clásicos y promete un sabor delicioso.
La menta naranja aporta, a la mezcla de hierbas original, un soplo fresco del sur.
Las hojas de eucalipto contienen aceites esenciales que, de manera tradicional, se han utilizado para las vías respiratorias.
El concepto del cuidado respiratorio se basa en acciones que contribuyen al mantenimiento de los órganos encargados de captar oxígeno del aire, cada vez que inhalamos y lo expulsamos -por las vías respiratorias- transformado en dióxido de carbono.
Las vías están conformadas por la nariz (por donde pasa el aire del exterior); la laringe (lugar de las cuerdas vocales); tráquea (un tubo al que llega el aire una vez que bajó por la laringe); los bronquios, bronquiolos, alvéolos y pulmones (responsables de generar el intercambio gaseoso) y el diafragma (que se contrae en la inspiración y se relaja en la espiración).
Respirar es automático, por ende se complica saber si se hace bien. De ahí la importancia de ser previsivos, eso abarca la higiene, alimentación incluso la forma de vestir. También alejarse del humo del tabaco, así no fumemos aspirarlo es extremadamente perjudicial. Es lo que se conoce como fumadores pasivos.
Realmente cuidar el sistema respiratorio no es difícil, solo que tendemos a recordarlo cuando nos sorprende la gripa, se congestiona la nariz y no paramos de estornudar.
Pero es fundamental aplicar algunas reglas básicas del cuidado respiratorio como ventilar la sala en la que pasamos tiempo, para dar paso a aire renovado; ejercitarse, pues el deporte ayuda a despegar la flema adherida a los pulmones; también hay que consumir vitamina C, tanto en medicinas como alimentos (especialmente frutos cítricos), ya que promueven la operatividad normal del sistema inmunitario.
Si la respiración es superficial se minimiza la cantidad de oxígeno, nos cansamos, sentimos nerviosismo o bostezamos. Hay ejercicios que ayudan con el cuidado respiratorio:
El calor afecta la respiración y empeora los síntomas de enfermedades, por lo que convienen ciertas precauciones. Un cuerpo acalorado trabaja más para recuperar su temperatura normal. Por eso la respiración en personas asmáticas o con otra patología, es más difícil. La ventilación es crucial para evitar complicaciones.
En cuanto al frío o épocas lluviosas el cuidado respiratorio dependerá de ciertas medidas que nos alejarán de virus e infecciones, muy comunes en tales temporadas.
Hablamos de lavarse bien las manos con jabón glicerinado, no frotarse los ojos, no saludar de beso y tampoco de manos, usar tapabocas o mascarillas, abrigarse la zona del cuello y usar ropa caliente, evitar los espacios cerrados en los que se juntan muchas personas, sonarse la nariz a diario, evadir la humedad y secarse cuanto antes tras mojarse con lluvia.
Para saber que el sistema respiratorio no está bien, tenemos que estar atentos a síntomas como tos, secreción nasal, dolor muscular, fiebre, opresión en el pecho, garganta irritada o seca, dificultades o ruidos al respirar, somnolencia y cansancio excesivo.
Si experimenta alguno de estas señales, el mecanismo para respirar no trabaja a la perfección.